Nos Queda La Palabra

junio 13, 2010

…»de la verdad eterna, que ni Dios conoce»

 

«No light, but rather darkness visible

Mas esas llamas lanzan , no luz,

sino tiniebla visible.»

 

* Epígrafe, así señalado y traducido por Pessoa

(…)

«—Desde el principio del mundo me insultan y me calumnian. Los mismos poetas —por naturaleza mis enemigos— que me defienden, no me han defendido bien. Uno —un inglés llamado Milton— me hizo perder, con compañeros míos, una batalla indefinida que nunca se libró. Otro —un alemán llamado Goethe— me dio un papel de alcahuete en una tragedia de aldea. Pero yo no soy lo que piensan. Las Iglesias me aborrecen. Los creyentes tiemblan ante mi nombre. Pero tengo, quieran que no, un papel en el mundo. Ni soy el rebelde contra Dios, ni el espíritu que niega. Soy el Dios de la Imaginación, perdido porque no creo.»

 

 La Hora Del Diablo , Fernando Pessoa

 

Texto íntegro l   La Hora Del Diablo , Fernando Pessoa

Edición de Teresa Rita Lopes
Digitalizado por Leche235
Biblioteca-IRC
biblioteca.d2g.com
Scribd.com 

 

Título original: A Hora do Diabo
 © Assírio&Alvim
 ©Herdeiros de Fernando Pessoa (1997)
 © Emecé Editores S.A., 2000
Traducción de : Rosa Corgatelli

 

Álvaro de Campos 

 II – Ah o crepúsculo, o cair da noite, o acender das luzes nas grandes cidades

¡Ah El crepúsculo al caer la noche, el despertar de las luces en las grandes ciudades.

Y la mano misteriosa que sofoca el bullicio,
y el cansancio de todo en nosotros que nos corrompe
en una sensación exacta y precisa y activa de la Vida!
Cada calle es un canal de una Venecia de tedios
¡Y cuán misterioso es el fondo unánime de las calles,
de las calles al caer la noche!, ¡Oh Cesário Verde!, ¡Oh Maestro!,
¡Oh del «Sentimento de um Ocidental»(*)!

¡Qué profunda inquetud, qué deseo de otras cosas.
Que no son ni países, ni momentos, ni vidas.
Qué deseo tal vez de otros modos y estados de alma
humedece interiormente el instante lento y lejano!

Un horror sonámbulo entre luces que se encienden,
un pavor tierno y líquido, recostado en las esquinas
como un mendigo de sensaciones imposibles
que no sabe quién pudiera dárselas…

Cuando yo muera,
cuando me vaya, innoblemente, como todo el mundo,
por aquel camino cuya idea no puede enfrentarse,
por aquella puerta que, si pudiésemos asomarnos, no nos asomaríamos
para aquel puerto que el capitán del Navío no conoce,
sea justo en esta hora, digna de los tedios que viví,
en esta hora mística y espiritual y antiquísima,
en esta hora en que tal vez, hace mucho más tiempo del que parece,
Platón en sueños vio la idea de Dios
Esculpiendo cuerpo y existencia nítidamente plausible.
Dentro de su pensamiento exteriorizado como un campo.
Sea en esta hora en que me llevéis a enterrar,
En esta hora que yo no sé cómo vivir,
cuando no sé qué sensaciones tener o fingir que tengo,
en esta hora cuya misericordia es torturada y excesiva,
cuyas sombras vienen de cualquier otra cosa que no son las cosas,
cuyo discurrir no roza sus vestiduras en el plano de la Vida Sensible
ni deja perfumes en los caminos de la Mirada.

Cruza las manos sobre las rodillas, o compañera que no tengo ni quiero tener.
Cruza las manos sobre las rodillas y mírame en silencio
a esta hora en que yo no puedo ver que tú me miras,
mírame en silencio y en secreto y pregúntate
—Tú que me conoces— quién soy yo…

_______________________________________________________________

UN AÑO CON PESSOA – DÍA 18 (30 DE JUNIO DE 2009)

30-6-1914

 
“Dois Excertos de Odes (Fins de duas odes, naturalmente)”. Poesias de Álvaro de Campos. Fernando Pessoa. Lisboa: Ática, 1944 (imp. 1993). §160. 1ª publicación en Revista de Portugal, nº4. Lisboa: Jul. 1938

 

Versiones
Todas las versiones españolas de textos pessoanos (de y sobre Pessoa) que aparecen en este blog han sido realizadas por el creador del Blog, Carlos Ciro. Los textos originales citados pueden, en general, encontrarse en el dominio público en diversos puntos del ciberespacio

 

Extraído de la bitácora “Un Año con Pessoa”  de Carlos Ciro

  Pessoas de Pessoa    (http://pessoasdepessoa.wordpress.com/)

 

«Je suis seule. Je n’ai qu’à me fermer les yeux pour m’en apercevoir. Quand on veut savoir où on est, on se ferme les yeux. On est là où on est quand on a les yeux fermés: on est dans le noir et dans le vide.» 

L’Avalée des avalés. Réjean Ducharme.

 

Cital Wikipedia

 

May 25, 2010

…las hojas que él arrojó.

 

Cuentan de un sabio

Cuentan de un sabio, que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que cogía.
«¿Habrá otro», entre sí decía,
«más pobre y triste que yo?»
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio cogiendo
las hojas que él arrojó.

Quejoso de mi fortuna
yo en este mundo vivía,
y cuando entre mí decía:
¿habrá otra persona alguna
de suerte más importuna?
Piadoso me has respondido.
Pues, volviendo a mi sentido,
hallo que las penas mías,
para hacerlas tú alegrías,
las hubieras recogido.

                        Pedro Calderón de la Barca

 

Fuente l Wikisource

 

lalungenuictdestens

«La Púrpura de la Rosa» (1701)

Libretto by Pedro Calderón de la Barca
Music by Tomás de Torrejón y Velasco

 

Libreto de La púrpura de la rosa, University of Ottawa. (Pdf)

Vía l La púrpura de la rosa. Wikipedia

*

Memoria de las apariencias que se han de hacer este año de 1663 para la representación de los autos de la fiesta del Santísimo Sacramento.

 

El Divino Orfeo.
Auto sacramental alegórico.

Primeramente ha de ser el primer carro una nave negra con sus banderolas, flámulas y gallardetes negros también; ha de estar sobre ondas oscuras con monstruos marinos pintados en ellas, y a su tiempo ha de dar vuelta, teniendo en su árbol mayor elevación para una persona. A un lado de este mar ha de haber un escollo que se ha de abrir, y salir dél una persona, advirtiendo (para facilitar el que pueda ejecutarse) que cuando el escollo se abra, ha de estar la nave en través, de suerte que ni la proa ni la popa podrán embarazar para que el escollo no se abra, y representar la persona con las que estarán en el costado de la nave.

El segundo carro ha de ser otra nave, azul y oro, toda su pintura sobre mar de cielo con peces y imágenes marinas hermosamente pintadas, sus flámulas y gallardetes blancas y encarnadas con cálices y hostias. Ha de dar vuelta y tener elevación.

El tercer carro ha de ser un globo celeste con estrellas, signos y plantas. Este medio globo se ha de abrir a su tiempo en dos mitades, cayendo la una a la parte de la representación sobre dos columnas, de suerte que el medio globo quede hecho tablado y el otro medio vestuario, y puedan salir y entrar personas que han de representar en él. En la parte que queda fija ha de haber una rueda de rayos que a su tiempo se descubra dando vueltas, y en ellos ha de haber sol y luna con otras estrellas y imágenes celestes, y moverse todo.

El cuarto carro ha de ser un peñasco, el cual también se ha de partir en dos mitades, cayendo la de la representación sobre dos cipreses, y quedar, como el globo, la mitad tablado y la mitad vestuario, de donde puedan salir y entrar los que representen. Todo este peñasco se ha de poblar a su tiempo de árboles que han de estar embebidos de suerte que la cumbre quede coronada, y al mismo tiempo por todos sus costados y fachada han de asomar diversos animales, y corriéndose la cortina que hacía vestuario, se ha de ver en su fondo un mar en cuyas ondas se han de mover algunos peces y salir de ellas pájaros vivos soltándolos a que vuelen en el mayor número que se pueda.

En Madrid a 27 de febrero de 1663 años.

 

Memoria de apariencias del auto El Divino Orfeo (1663)
de Pedro Calderón de la Barca

Vía l Wikisource

 

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